SALUTACIÓN A LOS LECTORES

Este blog de análisis y reflexión, nace con la pretensión de contribuir al debate sobre el futuro y la SOStenibilidad del Sistema Sanitario Público en España, desde la óptica de los valores y principios de la Bioética, asumiendo la calidad y la excelencia como imperativos éticos.

viernes, 28 de enero de 2011

MUCHA IDEOLOGÍA Y POCAS IDEAS


Hasta en el mundo sanitario se observa muy frecuentemente que  predomina la ideología sobre las propias ideas.
Ante cualquier duda o dilema de carácter ético, el debate tarda  poco en redirigirse hacia las tendencias políticas de los contertulios. Da igual que se discuta sobre el aborto, la objeción de conciencia, la eutanasia, la equidad, el preservativo, la píldora del día después, el testamento vital, el consentimiento informado, la responsabilidad profesional, el menor maduro, la mejor manera de morir... ó el color de la pintura de las habitaciones
Claro está que todos tenemos derecho a coincidir con un determinado planteamiento ideológico y a identificarnos con  lo postulado por una concreta formación política... pero no estaría mal que, antes de eso, intentáramos esforzarnos un poco, en alarde de nuestro propio razonamiento... y después, buscar las mayores coincidencias entre lo pensado por uno y lo promulgado por un determinado partido, que será el que más fielmente refleje las conclusiones de nuestras elucubraciones.
Es muy frecuente, casi constante, ver a los líderes políticos, durante sus mítines, respaldados por gran cantidad de jóvenes, lo que lógicamente pretende proyectar una imagen de modernidad, dinamismo y frescura intelectual, lo propio de la juventud.
Está bien... pero la pregunta es, ¿todos ellos tienen ya firmemente asentado un claro posicionamiento en política? Y si es así...  ¿seguro que lo han madurado y reflexionado suficientemente?
¿Es la adolescencia y temprana juventud, el momento más apropiado para la adscripción incondicional?
Sin atisbo de crítica hacia las organizaciones juveniles de las formaciones políticas, me permito introducir una reflexión: La llegada a la “cosa pública” y la entrada activa en ese mundo, ¿no sería mejor y socialmente mas útil, realizarla después de una cierta trayectoria personal y profesional, y de  la acumulación de un poco de bagaje? ¿Será con seguridad un acierto el itinerario vital decidido por esos jóvenes? ¿Todos serán políticos de profesión?
Estimo que, al margen de que crean fervientemente en una concreta ideología y se identifiquen con ella, desde muy temprana edad, tal vez sería mejor que mantuvieran sus mentes algo más abiertas a otras tendencias y al resto del pensamiento... aunque sólo fuera para rechazarlas con criterio más maduro y un mayor conocimiento de causa.
Una juventud con preparación académica e intelectualmente bien formada, debe ser el yacimiento fundamental para la genialidad y la innovación cultural, eso es imprescindible para todo país que pretenda garantizarse un futuro mejor. En ello deberían  emplearse a fondo los adolescentes y jóvenes... y tiempo habrá para “entrar en política” e incluso para “quedarse en la política”
Sin ninguna intención de molestar a nadie, me parece patético aquel cuyo único mérito para dedicarse a la “res pública” sea el mucho tiempo concedido a su partido, tanto tiempo que no pudo hacer otra cosa: nunca contrastó opiniones, no leyó otros libros, no se acercó ni experimentó otras formas de ver la vida y la política, no bebió de otras fuentes filosóficas o sociológicas.
En definitiva, en ningún momento intentó generar alguna idea original porque siempre tuvo suficiente con la ideología de su partido, la cual nunca cuestionó.


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